Avanzando en el autoconocimiento

Identificar nuestros pensamientos, ser conscientes de nuestras emociones y reflexionar sobre nuestras acciones nos acerca al autoconocimiento.

Para Aristóteles el hombre perfecto era el que tenía los tres centros vitales en armonía:

  • Logos: El pensamiento, la racionalidad, el discurso
  • Erga: Las acciones, las realizaciones
  • Epithumia: La pasión, el deseo

En línea con esta idea, el psicólogo William James clasifica a las personas a partir de los tres grandes centros del cuerpo. Podremos encontrar personas cuyo centro principal es:

La cabeza: Personas reflexivas. Piensan fríamente sobre los problemas, sus causas y las posibles soluciones

El corazón: Son personas emotivas. Se dejan llevar por sus sentimientos y tienen gran auto-motivación

Las manos: Personas prácticas. Se ponen en acción rápidamente. Emplean poco tiempo en buscar las causas de los problemas o en hacer planes

Conocer cuál es nuestro principal centro de acción mejora nuestro autoconocimiento y saber la cantidad exacta que debemos incluir de cada uno de estos ingredientes nos ayudará a conseguir nuestros objetivos.

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