
Este es un artículo publicado en sharismo simultáneo con Ramón Balterra
Sabemos que tienes talento, nos damos cuenta de tus habilidades. Probablemente todos se hayan dado cuenta de lo buen@ que eres en muchas cosas. Nos sorprendemos de la naturalidad con la que actúas. Podemos ver que lo hiciste sin esfuerzo.
Hay personas que nunca se atrevieron a mirarse en el espejo de su talento. Como es una hermosa forma de reconocerse, siempre he pensado que no deberíamos renunciar a esa posibilidad. Convivimos con nuestras excelencias aceptándolas humildemente. Dicen que quien posee unos bonitos ojos, nunca termina de ser consciente, porque esa belleza se suele apreciar como una fuerza centrífuga, de dentro a fuera. Uno escruta su propio rostro y no entiende el don que le ha sido otorgado.
Sin embargo, todos tenemos preciosos talentos que aprovechar, talentos que están esperando una mirada objetiva sobre nosotros mismos. Destrezas insólitas que desarrollamos de forma inconsciente. Tesoros inigualables que no sacamos a pasear por supuesta indignidad. Y así quedan, en la cuneta de lo íntimo, ese territorio vecino del abandono.
Te invito a emprender un viaje, una aventura en busca de tesoros. Ya tienes el mapa del tesoro, sólo tienes que mirarlo con atención, y ver todas esas habilidades innatas, esas sencillas estrategias que son tu talento. Estamos seguros de que encontraras ese tesoro porque nosotros ya lo hemos visto en ti.
¿Y si entrenáramos más el músculo de nuestras virtudes? Esas habilidades que llevamos con nosotros, que resistirían cualquier comparación, que de cuando en cuando surgen llenas de ingenua naturalidad. ¿Y si diéramos la grandeza que merece a las sorpresas que nos teníamos reservadas para uso personal? Asumiendo que existen en nuestro corazón fortalezas sólo insospechadas para los demás. O acaso intuidas, pero siempre lamentablemente infrautilizadas.
¿Qué ves cuando te miras en el espejo del talento?
¿Qué oyes frente a ese espejo?
¿Cómo te sientes cuando tienes frente a tus ojos todo tu talento?
Incluso demasiadas veces nos boicoteamos a nosotros mismos …. es que hay cosas que se me dan tan bien y me cuesta tan poco trabajo hacerlas, es tan fácil …. eso de «todo lo que merece la pena cuesta trabajo» no siempre es verdad, y si me gusta, el esfuerzo es lo de menos ….
-¿Cómo te sientes cuando tienes frente a tus ojos todo tu talento?
A mi a veces, me da hasta miedo jajajajaja
Somos muy buenos encontrando nuestros defectos y los de los demás. Creemos que lo que hacemos bien es normal porque lo hacemos sin esfuerzo.
Creo que es bueno cambiar el paradigma del esfuerzo por el de vivir una vida haciendo las cosas que nos apasionan.
Un abrazo, mujer de talento y con talentos 🙂