“Así como el caos tumultuoso de una tormenta trae una lluvia nutritiva que permite que todo florezca, así también, en los asuntos humanos, las épocas de grandes avances se ven precedidas por tiempos de desorden. El éxito llegará para quienes sepan afrontar la tormenta.” CHING
El método Getting Things Done (GTD) es un sistema de productividad personal creado por David Allen, nominado por Forbes como uno de los cinco mejores Coach del mundo.
Se trata de una metodología que te aporta control sobre tu entorno y la perspectiva necesaria para tomar las decisiones correctas en todo momento.
GTD es mucho más que un conjunto de técnicas encaminadas a administrar de forma optima nuestro tiempo. Desde mi punto de vista, se trata de todo un entramado que busca mantenerte en un estado que te permita expresar lo mejor de ti mismo, tanto a nivel personal como profesional.
Todos conocemos a jóvenes que obtendrían mejores resultados simplemente organizándose mejor.
A grandes rasgos, organizarse siguiendo la metodología GTD significa:
- Recopilar: Capturar (tomar nota fuera de tu mente) todo aquello que capte tu atención
- Procesar: Decidir específicamente lo qué significa cada cosa recopilada y qué hacer con ella
- Organizar: Agrupar en contenedores específicos en función de la decisión tomada al procesar
- Revisar: Con la frecuencia que sea necesaria, cada vez que tienes que tomar una decisión sobre qué hacer. También de forma periódica para mantener el sistema al día
- Hacer: Aprovechar que lo tienes todo bajo control para centrarte en aquellas acciones que tengan sentido en cada momento y lleva a cabo la tarea
Ir con decenas de cosas en la cabeza sin tener claro lo que tienes que hacer en cada momento, olvidar tus compromisos, vivir con tensión constante y buscar la improvisación para salir del paso, son algunas de las cosas que pasan a la historia cuando usas GTD.
Como dijo John Schaar, el futuro no es un lugar al que nos dirigimos, sino uno que estamos creando. Las sendas no se encuentran, se construyen. Y el hecho de construirlas cambia tanto al constructor como su destino final.
Hola Paz
Conocía la frase de Schaar y nunca me canso de citarla, magnifica, el futuro no está por allá, ya está aquí
Cuidate