GTD: A Propósito del Propósito

proposito_por_martinak15«Obsérvate sin ceguera y di con precisión y coraje lo que estás sintiendo». Sócrates

Tanto yo misma, como la gran mayoría de los coaches que conozco, dedican un espacio en sus programas de coaching para facilitar el que las personas expresen con palabras su propósito.

Tener claridad sobre nuestro propósito, además de otros beneficios, es de vital importancia para ser personas productivas, ya que evitará que estemos perdiendo el tiempo haciendo cosas que no tienen sentido, mientras dejamos de hacer otras muchas más importantes para nosotros. De hecho, uno de los motivos por los que GTD me parece una metodología realmente innovadora, frente a los antiguos métodos de gestión del tiempo, es precisamente porque al control que aportan los cinco pasos le añade el modelo de seis niveles de perspectiva, creando así un sistema completo que permite a las personas tomar mejores decisiones.

El propósito en GTD se encuentra en el sexto de los niveles de perspectiva y David Allen lo expresa en su primer libro en términos análogos a la altitud, de 15.000 metros o más, en el vuelo de un avión.

Yo diría que ser felices es, probablemente, el propósito fundamental de la mayoría de nosotros pero es preciso profundizar más en este asunto si queremos que el propósito nos aporte información relevante y útil.

Simplemente observando, podemos ver que cada uno tenemos distintas formas de ser felices, distintas prioridades, metas, sueños, circunstancias, objetivos… Y diferentes identidades, que dan lugar a distintas formas de hacer, que a su vez hacen que expresemos de formas diferentes nuestro propósito. Es por esto que, para que la declaración de nuestro propósito nos aporte información útil para nuestro día a día, esta deba estar asociada, por lo menos, a tres ideas fundamentales:

  • La felicidad entendida como profunda sensación de bienestar
  • La necesidad de hacer algo significativo, entendido como algo que tiene valor, que trasciende, que sirve para algo más grande que uno mismo
  • Y, por último, con hacer algo que sintoniza con nuestra propia identidad, con nuestros valores y con nuestra forma de entender el mundo y a nosotros mismos

Dar respuesta a nuestro propósito teniendo en cuenta estos tres ingredientes, además de ser muy motivador para muchos de nosotros, nos aportará tranquilidad, claridad y precisión a la hora de tomar decisiones.

Tener un sistema fiable, que proporciona control en todos nuestros frentes abiertos y además nos permite actuar en sintonía con nuestro propósito, hace que «la mente como el agua» deje de ser una idea abstracta para ser una consecuencia lógica.

Porque, para mí, GTD no va de hacer muchas o pocas cosas. Eso dependerá de las circunstancias de cada persona. GTD va de recuperar el control sobre nuestras vidas, de tomar mejores decisiones, de vivir sin estrés y con la seguridad de tener nuestros compromisos perfectamente controlados.

GTD como Herramienta de Coaching

 

Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja. San Agustín

Todas las sesiones de coaching tienen un objetivo y en muchas ocasiones la forma de conseguir dicho objetivo consiste en llevar a cabo algún proyecto. Cuando me he encontrado con un proyecto complejo en el que mi cliente se siente confuso he utilizado como estructura de la sesión de coaching, con muy buenos resultados, la planificación natural de proyectos de GTD. Porque, aunque GTD no es gestión de proyectos, utilizar el método de planificación natural en una sesión de coaching te permite:

  • Desarrollar y mantener un plan eficaz de acción coherente con los valores de nuestro cliente
  • Definir acciones encaminadas al logro de un objetivo concreto
  • Reforzar la capacidad de actuar y romper con la procrastinación
  • Encontrar nuevas posibilidades de acción de forma creativa
  • Explorar ideas y soluciones alternativas, evaluar opciones, consolidar información y tomar las decisiones correspondientes

Sin olvidar nunca que en una sesión de coaching el camino no lo decide el coach y que es muy importante respetar el estilo y los procesos mentales de nuestro cliente, el tipo de preguntas que propongo siguiendo el modelo de planificación de proyectos de GTD  para una sesión de coaching sería el siguiente:

1. Comienzo haciendo preguntas sobre el Propósito:

  • ¿Para qué quieres hacer esto?
  • ¿Qué criterios te mueven?
  • ¿Qué significado tiene realmente este asunto?
  • ¿Qué será diferente cuando termines con el proyecto?
  • ¿Qué impacto tendrá? ¿Qué habrá cambiado?
  • ¿Cuáles son los valores que están asociados a este proyecto?
  • Cuando tu proyecto este completado, ¿qué sentirás?

2. Pregunto sobre la Misión, la Visión, la Meta y el resultado:

  • ¿Cómo es el proyecto terminado? Dame detalles
  • ¿Qué ves cuando el proyecto está terminado?
  • ¿Qué te dicen cuando has llevado a término tu proyecto?
  • ¿Cómo es tu proyecto si nada puede fallar?
  • ¿Qué depende de ti para que tu proyecto sea un éxito?
  • ¿Qué otras personas quieres involucrar en tu proyecto?
  • ¿Necesitas algún tipo de apoyo para completar el proyecto?

3. Lluvia de ideas:

  • ¿Qué es todo lo que se te pasa por la cabeza sobre este proyecto?
  • ¿Y qué más? ¿Qué más? ¿Y qué más?…

4. Organizar:

  • ¿Has identificado subproyectos?
  • ¿Cuáles son las acciones que quieres llevar a cabo de tu lluvia de ideas?
  • ¿Hay acciones que debas realizar en un día o una hora especifica?
  • ¿De qué forma vas a revisar que estas llevando a cabo las acciones que quieres realizar para tú proyecto?
  • ¿Puedes delegar? ¿A quién /o quiénes?

5. Acciones siguientes:

  • ¿Qué acciones concretas quieres hacer para conseguir tu objetivo?

Si tienes algún proyecto entre manos, te animo a que uses este método y me cuentes tu experiencia.

GTD para Jóvenes

por: Tommy Sollén

“Así como el caos tumultuoso de una tormenta trae una lluvia nutritiva que permite que todo florezca, así también, en los asuntos humanos, las épocas de grandes avances se ven precedidas por tiempos de desorden. El éxito llegará para quienes sepan afrontar la tormenta.” CHING

El método Getting Things Done (GTD) es un sistema de productividad personal creado por David Allen, nominado por Forbes como uno de los cinco mejores Coach del mundo.

Se trata de una metodología que te aporta control sobre  tu entorno y la perspectiva necesaria para tomar las decisiones correctas en todo momento.

GTD es mucho más que un conjunto de técnicas encaminadas a administrar de forma optima nuestro tiempo. Desde mi punto de vista, se trata de todo un entramado que busca mantenerte en un estado que te permita expresar lo mejor de ti mismo, tanto a nivel personal como profesional.

Todos conocemos a jóvenes que obtendrían mejores resultados simplemente organizándose mejor.

A grandes rasgos, organizarse siguiendo la metodología GTD significa:

  1. Recopilar: Capturar (tomar nota fuera de tu mente) todo aquello que capte tu atención
  2. Procesar: Decidir específicamente lo qué significa cada cosa recopilada y qué hacer con ella
  3. Organizar: Agrupar en contenedores específicos en función de la decisión tomada al procesar
  4. Revisar: Con la frecuencia que sea necesaria, cada vez que tienes que tomar una decisión sobre qué hacer. También de forma periódica para mantener el sistema al día
  5. Hacer: Aprovechar que lo tienes todo bajo control para centrarte en aquellas acciones que tengan sentido en cada momento y lleva a cabo la tarea

Ir con decenas de cosas en la cabeza sin tener claro lo que tienes que hacer en cada momento, olvidar tus compromisos, vivir con tensión constante y buscar la improvisación para salir del paso, son algunas de las cosas que pasan a la historia cuando usas GTD.

Como dijo John Schaar,  el futuro no es un lugar al que nos dirigimos, sino uno que estamos creando. Las sendas no se encuentran, se construyen. Y el hecho de construirlas cambia tanto al constructor como su destino final.