En ocasiones he hablado del Coaching como medio para que los jóvenes decidan su futuro profesional, como herramienta para tomar decisiones o como una forma eficaz para desarrollar el talento, pero el Coaching tiene un objetivo mucho más ambicioso.
Te dejo un excelente y revelador fragmento de «Raíces Históricas del Coaching: Sócrates, Platón y Aristóteles«, escrito por Francisco Alcaide (@falcaide), que pertenece al capítulo 1 del primer libro de Coaching escrito en castellano, el cuál puedes leer y descargar aquí.
“Sócrates, como buen coach, no impone, no enseña verdades ni tesis para que sean aprendidas de memoria, no comunica doctrina alguna —entre otras cosas porque no las tiene y la vida admite ser contemplada desde muchos puntos de vista—, sino que ayuda a sus coachees a que se conviertan en verdaderos «filósofos», a que se planteen y replanteen cuestiones, algunas de las cuales en las que hasta entonces ni siquiera habían caído y que, sin embargo, son las que realmente merecen la pena cuestionarse. Preguntas y respuestas que no buscan sino la mejor forma de vivir la vida, la más digna, la que contribuye más al fin del hombre, y eso no se consigue sino mediante la conquista de determinadas virtudes, …”
Si la vida admite ser contemplada desde muchos puntos de vista, ¿cuál es el tuyo? ¿Cuáles son esas cuestiones realmente importantes? ¿Cómo es la mejor forma de vivir tu vida, la más digna, la que sintoniza con lo mejor de ti?
Y cuando llegas a las respuestas realmente importantes, y sabes dónde estás, en qué momento y quién eres, el resto de las cuestiones se resuelve con facilidad.
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