La Contribución de Santiago García al Coaching para Jóvenes

SantiEs un lujo retomar esta sección con Santi García. Hace tiempo que le sigo, tanto en twitter como en su blog, y recientemente tuve el placer de conocerle en persona. Sonriente, amable y vital, me pareció una persona que no se rinde fácilmente cuando tiene frente a él un reto por el que vale la pena luchar y sospecho que no me equivoco, ya que entre sus aficiones están el montañismo y correr maratones.

Santiago García cuenta con una trayectoria profesional impresionante que incluye desde puestos directivos hasta la creación de empresas. Curioso e innovador, sigue muy de cerca, desde hace tiempo, las últimas tendencias que están cambiando el mundo y recientemente ha publicado, junto a Jordi Serrano, “El ocaso del empleo. Cómo sobrevivir en el futuro del trabajo”, un libro de muy recomendable lectura para todos y esencial para que los jóvenes entiendan el nuevo escenario laboral y tomen decisiones acertadas en este nuevo paradigma profesional en el que nos encontramos.

Sin más, te dejo con las respuestas de Santi a las tres clásicas preguntas de esta sección.

1) ¿Qué pregunta, o preguntas, te habrían ayudado a tomar mejores decisiones en el aspecto personal cuando eras joven?

Por un lado, algunas que me hubiesen ayudado a cuestionarme el pensamiento dominante en mi grupo. Por ejemplo: ¿cuáles son los verdaderos motivos por los que estoy tomando esta decisión?, ¿qué otras alternativas tengo?, ¿estoy siendo yo mismo o me estoy dejando llevar por el grupo? …
Por otro, preguntas que me hubieran hecho tener más en cuenta la opinión de personas interesadas en ayudarme. Como por ejemplo:¿quién me puede ayudar a tomar una mejor decisión?, ¿por qué no le escuchas?, ¿por qué no le preguntas? …

2) ¿Qué pregunta, o preguntas, te habrían ayudado a tomar mejores decisiones en el aspecto profesional cuando eras joven?

Destacaría tres preguntas:

  1. ¿En qué tipo de trabajo seré feliz?
  2. ¿Estoy haciendo / he hecho todo lo que está en mi mano para conseguir un trabajo así?
  3. Si no lo he hecho, ¿de qué narices me quejo?

3) ¿Cuáles son, según tu opinión y experiencia, las claves del éxito profesional y/o personal que debería tener en cuenta un joven?

A un joven le aconsejaría que reflexione sobre qué cosas son las que hace mejor y qué cosas son las que más le gusta hacer, para que luego le resulte más fácil identificar cuál es su «elemento», como diría Sir Ken Robinson. Para ello, también le aconsejaría que dedique tiempo a investigar qué oportunidades pueden estar ocultas ahí afuera, para que se le escapen las menos posibles. Que cuide desde joven su capital relacional, que más adelante le puede ser de mucha ayuda. Y que vigile el «tatuaje digital» que pueda estar dibujando sobre su persona con su comportamiento en la Red.

Pero, sobre todo, le aconsejaría que invierta en adaptabilidad, buscando o provocando situaciones que le saquen de su zona de confort, abriéndose a nuevas experiencias y a diferentes puntos de vista, y cultivando el pensamiento crítico, que tanto necesitan hoy en día las organizaciones.

Muchas gracias, Santi  🙂

Gamificación y Coaching

«Nada es verdad, todo está permitido»

Gamificar consiste en aplicar la mecánica de los videojuegos (interactividad, posibilidades de práctica constante, tolerancia al error, incorporación de nuevas identidades, sentido de logro, etc) a otros entornos para conseguir que las personas aprendan, realicen un trabajo, adquieran una habilidad, o lo que sea, de forma lúdica.

La gamificación empieza a ser más que un termino de moda – y tiene sentido – porque mientras jugamos somos capaces de mantener nuestra concentración durante largos períodos de tiempo, podemos superar obstáculos y nos mantenemos motivados para lograr el mejor resultado.

Pero no a todos nos «enganchan» los mismos juegos. Para gamificar es importante tener en cuenta que las personas somos diferentes también cuando jugamos y que los intereses y motivaciones de cada persona son distintos.

Según Richard Bartle hay 4 tipos de jugadores:

  1. El “Killer” O Ambicioso: Busca ganar frente a los demás jugadores; quiere ser el primero. Si eres de este tipo, te gustan los ranking, niveles y clasificaciones
  2. EL “Achiever” O Triunfador: Busca alcanzar los objetivos marcados de forma rápida y descubrir nuevos escenarios. Si eres de este tipo, te gustan los sistemas que te permiten superar hitos de forma rápida y hacer seguimiento de tus progresos
  3. EL “Socializer” O Sociable: Busca hacer una red de amigos y contactos; disfruta compartiendo. Si eres de este tipo de jugador, te gustan los chats, noticias, listas de amigos…
  4. EL “Explorer” O Explorador: Busca resolver logros complejos, saber más y descubrir lo desconocido; disfruta de la actividad en sí misma. Si eres de este tipo, te gustan los logros más complejos y los niveles que hagan visible tu afán de autosuperación

Podemos emplear técnicas de gamificación en prácticamente cualquier entorno y uno de ellos puede ser el coaching.

Como coach, encuentro posibilidades muy interesantes a incorporar algunos de los principios y parte del lenguaje de la gamificación a las preguntas de coaching. Algunos ejemplos serían:

  • ¿Cuál sería tu triunfo épico?
  • ¿Cuál es tu misión?¿Qué quieres lograr de forma especifica y concreta?
  • ¿Cuál es tu nivel real ahora? ¿A qué nivel quieres llegar?
  • ¿Cuál es el límite de lo que puedes conseguir con tu esfuerzo?
  • ¿Qué tipo de logros te hacen divertirte?
  • ¿Qué ganas cuando lo consigues?
  • ¿Cómo lo harás para divertirte mientras estás logrando tu misión?
  • ¿Dónde están tus compañeros de juego?
  • ¿Cómo te vas a premiar?
  • ¿Cómo vas a medir tu progreso?

Creo que es importante desaprender lo que no funciona y aprender lo que funciona. Con los juegos expresamos cualidades que no suelen estar presentes en otros aspectos de nuestra vida.

Jane McGonigal, en el video, nos dice que cuando estamos jugando nos volvemos la mejor versión de nosotros mismos, dispuestos a ayudar, a ser todo lo tenaces que sea necesario para resolver un problema y capaces de levantarnos después de fallar sin sentirnos frustrados ¿Tú qué opinas?

Música y Coaching con Peter Hollens

Hace poco tiempo una amiga me enseñó un video a Peter Hollens y quedé impresionada. Este chico canta «a cappella», crea música únicamente a través de su voz, hace todas las voces y monta él los vídeos. El resultado es espectacular.

Como me encanta, le he pedido a Google que me cuente cosas sobre él y he descubierto que es de Oregón y que tiene una licenciatura de Música en interpretación vocal.

Me imaginé que, posiblemente, los principios de este chico no fueron fáciles. Estoy segura de que más de uno le dijo que eso de cantar «a cappella» estaba pasado de moda, que la industria de la música estaba en crisis, que lo que quería hacer no tenia ningún futuro y quién sabe cuántas cosas más.

Es probable que, cuando el joven Peter les decía que quería cantar, que lo haría sin instrumentos, que el mismo montaría los vídeos y los colgaría de Youtube, sus vecinos de Oregón  le miraran como si estuviera loco. Pero Peter decidió arriesgar por su idea, perseverar, dejarse llevar por su intuición, hacer aquello que le apasionaba y tomar sus propias decisiones.

Hay cuatro preguntas que Peter Hollens respondería sin dudar:

  • ¿Qué se me da bien?
  • ¿Qué me apasiona?
  • ¿Qué quiero hacer?
  • ¿Cómo lo haré?

Y tú, ¿sabes la respuesta a estas preguntas?

Te dejo a continuación uno de sus fantásticos vídeos.

Coaching con la Teoría X e Y de McGregor

Por: Marco Alioli aKa Marcus :D

Por: Marco Alioli aKa Marcus 😀

«El lenguaje es generativo. El lenguaje no sólo nos permite hablar ‘sobre’ las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, es generativo: crea realidades.»  Ontología_del_lenguaje

Douglas McGregor, creador de la teoría X e Y dice que existen dos formas excluyentes de percibir el comportamiento humano, las cuales dan lugar a teorías contrapuestas de dirección de personas.

La teoría X dice que las personas solo actúan frente amenazas. La teoría Y se basa en el principio de que la gente quiere y necesita trabajar.

Si buscas trabajar lo menos posible, no tienes ambición, esquivas las responsabilidades, te resistes al cambio y no haces nada, a menos que te veas obligado a hacerlo, justificarías la necesidad del modelo de gestión basado en la teoría X.

Por el contrario, si consideras el trabajo como algo natural, deseas cumplir con los objetivos que se te confían, quieres asumir responsabilidades, lograr objetivos para la organización para la que trabajas y buscas el reconocimiento por tu esfuerzo y tu trabajo, entonces encajarías en el modelo de gestión basado en la teoría Y.

Cuando pienso en un joven que empieza su carrera profesional, veo claramente la teoría Y. El primer día de trabajo, y más en las circunstancias actuales, supone para muchos jóvenes uno de los grandes momentos de su vida. Yo misma recuerdo la ilusión, los nervios y las ganas con las que afronté mi primer trabajo.

Por otro lado, escuchando la apatía y la frustración de algunas personas después de un puñado de desengaños profesionales, no me cuesta entender por qué los líderes de determinadas organizaciones utilizan métodos de dirección de personas basados en la teoría X, a la vez que me pregunto si estas personas son causa o consecuencia de este modelo.

Yo me identifico completamente con la teoría Y. De hecho, el coaching solo puede ser entendido desde el prisma de la teoría Y.

El coaching consiste en una relación profesional continuada, que ayuda a obtener resultados extraordinarios mediante un proceso por el que el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida. Para ello, se hace evidente la necesidad de tratar a las personas con respeto, crear espacios para el desarrollo y dar libertad, ya que todos estos son requisitos indispensables para  que las personas actúen con responsabilidad y consigan esos resultados extraordinarios.

Con amenazas también se consiguen resultados pero son mediocres y poco duraderos. Además, creo que los jóvenes reaccionan especialmente mal bajo un modelo de dirección de personas basado en la teoría X.

Incluso aunque parezca que una persona tan solo responde a las amenazas, sigue siendo válida la afirmación de Goethe «si se trata a un hombre como lo que es, seguirá siendo lo que es; si se trata a un hombre como él puede y debe ser, llegará a ser lo que puede y debe ser».

¿Qué opinas? ¿Cómo prefieres que te traten? ¿Cuál piensas que es la mejor forma de tratar a otros?

Si prefieres la mala suerte no leas esto

suerte por Amarand Agasi«No se trata de que las personas de éxito sean felices, sino de que las personas felices tienen más éxito» Richard Wiseman

Tener la actitud adecuada puede ser la clave para la buena suerte. Richard Wiseman en su libro «Nadie nace con suerte: el primer estudio científico que enseña a atraer y aprovechar la buena fortuna» nos dice que las personas con «buena suerte» tienen actitudes y comportamientos parecidos y aquellos que tienen «mala suerte» tienden a presentar rasgos opuestos.

El Dr. Wiseman ha realizado experimentos con cientos de personas y su investigación le ha llevado a concluir que la gente no nace con suerte, sino que la atrae y aprende a controlarla e incluso a aumentarla.

Para preparar el cóctel de la buena suerte de Wisman necesitas:

  • Disfrutar de un pensamiento optimista
  • Vivir favoreciendo que sucedan cosas positivas
  • Ser flexible ante la vida
  • Mantenerte atento a las oportunidades que se te presenten
  • No repetir el sitio de vacaciones
  • Aprender técnicas de relajación
  • Combatir los sentimientos negativos
  • Fomentar las relaciones con tus amigos y ampliarlas
  • Mostrar una buena imagen
  • Ofrecer un lenguaje no verbal cautivador
  • Dividir las metas en etapas

Los cuatro principios que caracterizan a las personas afortunadas son:

  1. Maximizan las oportunidades cuando surgen, saben ver, aprovechar y crear oportunidades. Son expertas en crear, fijarse y actuar de acuerdo con las oportunidades. Tienen una actitud abierta hacia la vida y las personas.
  2. Son muy efectivas a la hora de prestar atención a su intuición y trabajan para estimular sus habilidades intuitivas.
  3. Tienen confianza y esperan un resultado positivo. Crean una serie de profecías de autorrealización.
  4. No permiten que las dificultades les dobleguen, gracias a su actitud transforman la mala suerte en buena. Actúan para tomar el control de la situación cuando las cosas son desfavorables y ven el lado positivo de lo que ocurre.

Si como vemos la «buena suerte» depende de uno mismo y es nuestro comportamiento y nuestra actitud la que determina nuestra buena fortuna, parece evidente que, podremos mejorar nuestro destino realizando ajustes en determinadas actitudes.

Te dejo unas pocas preguntas por si quieres pensar más detenidamente sobre este tema:

¿Cómo haces para ver, aprovechar y crear oportunidades?

¿De qué maneras puedes estimular tu intuición? ¿Cómo vas a gestionar tu intuición para que sea más efectiva?

Cuando esperas resultados positivos ¿Qué haces? ¿Cómo te sientes? ¿Qué acciones concretas emprendes?

¿Cuáles son tus recursos para superar dificultades?

¿Qué tiene de positivo tu situación actual? ¿Qué vas a hacer para aprovecharlo?